lunes, 16 de junio de 2008

Efectos de los imanes aplicados sobre el cuerpo

Cómo afectan los imanes al cuerpo de los seres vivos?


Los efectos del magnetismo en las células, glándulas, nervios y fluidos corporales han sido investigados en laboratorios. Actualmente, se dispone de miles de casos resueltos que desde lo empírico, apoyan con mayor fuerza la autenticidad y seriedad de la Terapia biomagnética.


Un cuerpo humano contiene aproximadamente 5 litros de sangre, las arterias y los capilares se ocupan de transportar oxigeno y nutrientes a los órganos. El campo magnético opera por intermedio del sistema circulatorio, de tal modo que sus efectos se distribuyen por todo el cuerpo. Los glóbulos rojos disponen de una sustancia – la hemoglobina - que da su color a la sangre. Una molécula de hemoglobina contiene sólo trazas de hierro pero es suficiente para que los eritrocitos sean ligeramente paramagnéticos. Cuando el número de glóbulos rojos es reducido o el contenido en hierro es bajo, un organismo no recibe suficiente oxigeno para mantener su nivel de energía. Se ha demostrado que los imanes pueden aumentar ligeramente la conductibilidad de la sangre. Al ionizarse la sangre, mejora su circulación y se estabiliza la presión sanguínea.

Debido a que el flujo sanguíneo en ocasiones se bloquea parcialmente por depósitos de grasa o por acumulaciones de calcio y colesterol, la provisión de oxigeno, así como de otros nutrientes, disminuye. No obstante ello, se ha observado que el campo magnético – denominado estático - generado por biomagnetos es inductor de impulsos eléctricos, motivo por el cual, tiene influencia sobre la circulación sanguínea. Los bioimanes adhesivos, ubicados en lugares adecuados permiten al organismo recuperar el equilibrio y equilibrar el sistema inmunitario. Entre las personas que han recibido terapia biomagnética, se ha observado: reducción de los niveles de colesterol, equilibrio en el nivel de glóbulos blancos, coagulación rápida y estabilización de la tensión arterial, luego de cuatro semanas de tratamiento. Los imanes aplicados por los profesionales en Biomagnetología son cuidadosamente seleccionados – se eligen aleaciones compatibles con la salud humana. Para su aplicación, es necesario conocer las potencias adecuadas a las necesidades de cada persona. Quien esté bajo tratamiento recibirá instrucciones precisas para su cuidado personal.

Quien aplica bioimanes terapéuticos debe recibir una sólida formación profesional. Los polos de los imanes tienen cualidades distintas y cada caso requiere conocimiento del polo adecuado. Los polos afectan el metabolismo de los seres vivos y se usan para fines muy específicos. Tomando en cuenta que cada polo realiza una función diferente, es importante usar el polo correcto en el tratamiento. Debido a sus propiedades activas, el polo sur se utiliza con precaución. El polo norte de los imanes es de menor riesgo pero es necesario tomar en cuenta la duración de las aplicaciones y el respeto por los ritmos del paciente. El uso exagerado conduce al cansancio por excesiva oxigenación.

Algunas personas responden más rápidamente a la Terapia biomagnética – debido a una mayor velocidad de conducción eléctrica individual – se recomienda practicar la prueba de conductibilidad antes de abordar un tratamiento. Si aparecen síntomas tales como bostezos, hormigueo o náuseas, es necesario detectar qué está mostrando dicha reacción. El profesional calificado sabrá orientar al paciente y realizar cambios en la terapéutica si fuese necesario.


Bibliografía:

  • “Biomagnética”, Graciela Pérez Martínez, Kier, 2003
  • “Terapia con Imanes”, Graciela Pérez Martínez, Albatros-Agama, 2003
  • “Magnetoterapia – Salud de Hierro”, Graciela Pérez Martínez, Ediciones Lea, 2007
  • Enciclopedia Encarta 2007